Si
estás en Cali y no tienes nada qué hacer un domingo luego de la hora del
almuerzo, visita El Peñón: un importante corredor gastronómico, cultural y
musical. A eso de las 4:00 p.m., cuando el sol ha caído y el atardecer se
acerca, el parque del Peñón se llena de personas que se deslumbran por las
obras de arte de los artistas locales que se exhiben entre palmas y árboles.
Ahí,
en ese parque, encuentras todo tipo de lienzos y obras de arte con diferentes
estilos. Los expositores hacen parte de la Asociación de Artistas del Parque del
Peñón y se ubican desde las 9:00 a.m. hasta las 6:00 p.m., hora en que los
visitantes del barrio, se van a tomar un cóctel a uno de los tantos bares que
existen en el lugar, a comerse un buen plato o a saborearse un rico helado.
Ricardo
Izquierdo, quién hace parte de los artistas que se ubican todos los domingos en
El Peñón, y que además vende artículos utilitarios en madera y objetos decorativos
para el hogar, cuenta que llevan 30 años yendo al parque cada ocho días a
exaltar las obras originales de los artistas regionales.
Por
su parte, Oveimar Sánchez Velasco, vicepresidente de la Asociación de Artistas
del parque del Peñón, expositor y artista plástico, dice que es un lugar al que
por deber hay que visitar. “Los caleños y extranjeros deberían venir al parque
a conocer las obras, de ésta manera pueden realizar cualquier tipo de pregunta
al artista sobre la composición. Pueden hablar y negociar directamente con
ellos. No hay necesidad de intermediarios”.
“En
este parque consigues artículos a precios muy económicos, hay accesorios desde
seis mil pesos. La variedad solo se consigue en El Peñón”, afirma Rodolfo
Benavides, presidente de la Asociación de Artistas del parque del Peñón. Los visitantes
deben aprovechar los domingos, especialmente el último de cada mes, donde se
realiza un evento y asisten niños desde los dos meses hasta adultos de la
tercera edad.
Hay
que recalcar que en este parque también asisten los abuelos a pasar una tarde
cálida en una de las tantas sillas que lo rodean. Darío, es un abuelo que lleva
cada semana su guitarra de color café, algo desgastada y se quita su sombrero, literalmente,
para recibir algo de monedas en él mientras ambienta con su música el lugar.
Un
dato importante es que el Colegio de la Sagrada Familia que quedaba ubicado
frente al parque del Peñón quedó inmortalizado y pasó a ser un edificio ad
portas de la ruina. Según cuentan los visitantes del parque, fue comprado por
una cadena hotelera y está en proceso de construcción para ser un hotel, en el
que contará con un supermercado Carulla, una galería de arte e inclusive, un
cine.
“La
Sagrada Familia ya no es un colegio: es un edificio que puede ser cualquier
cosa. Centro comercial, hotel, centro cultural. Pero sigue siendo hermoso. Por
dentro y por fuera. Como Cali. Cali es como el Colegio de La Sagrada Familia.
Ya no es lo que era antes, pero sigue siendo hermoso (o hermosa, depende de las
circunstancias)”, cuenta el docente Sandro Romero Rey, en la revista literaria
colombiana El Malpensante.
Por
otro lado, podría decirse que alrededor del parque del Peñón, Cali se
internacionaliza. Está la pizzería Salerno, de Italia, uno de los restaurantes
tradicionales de la ciudad en donde puedes saborear pizzas de muy buen sabor
preparadas en un horno de leña. Una de las más probadas en el lugar, es la
Pizza Pantalón, a la que le puedes incluir papas a la francesa con salsa de la
casa. El menú también incluye pastas y pollos. Salerno llegó al parque del
Peñón para imprimirle un toque de informalidad al parche de salir a comer por
la zona. La experiencia de comer ahí es amena porque queda dentro de una grande
casa colonial con distintos ambientes.
A
metros de este restaurante, también al frente del parque, queda Tortelli y
Peroni Italy, otros grandes de la cocina italiana. Además, comida americana y
peruana también rodea al parque. Tres cuadras hacia el oriente, partiendo del
parque, te encuentras a mano izquierda con ‘absenta’ y no precisamente la
bebida alcohólica que desapareció a mediados del siglo XX, por haber causado la
caída de una nación pero que sirvió de inspiración a grandes artistas como Pablo
Picasso y Vincent van Gogh, sino con el Bar - Restaurante que logró que los
tiempos oscuros desaparecieran para siempre y han dado lugar a una nueva vida. Absenta
Bar se ubica en la Cra 2 Oeste # 1-08.
El
administrador de este bar le cuenta al portal Turismovalle.com que lo que sus
clientes hacen es el reflejo de lo que ocurría hace más de dos siglos en la
Francia liberal: luego de terminar la jornada laboral las personas se sentaban
en los cafés a conversar y compartir un rato agradable, “la hora verde era más
que un momento de licor, era el momento del encuentro, la amistad y la
sensualidad”, dice.
Absenta
es una coctelería clásica y tradicional, entre los reconocidos de su menú se
encuentra el fondue, la sopa de cebolla y el vino. Por supuesto los licores son
los más vendidos. La temática del lugar es propicia para la época… arriésgate y
prueba el ‘licor del hada verde’. Pero si eres extranjero y quieres cambiar el
sabor de otro país y sentir algo realmente caleño, sigue las instrucciones.
Acercándose
más a la Avenida, puedes encontrar restaurantes que se acoplan a la ciudad. El
Escudo del Quijote y la Sanduchería del Escudo, ubicados en la Calle 4 Oeste, hacen
parte del mismo dueño, por ejemplo. A una cuadra te encuentras con la
coctelería Always Happy Hour, en donde al parecer, eres siempre feliz por una
hora, también con la discoteca Sagsa, con los restaurantes Sonoma Cuisine, Anttonina's
Cocina Natural, la Costillería y Ceviche To Go, al que puedes ir a comerte unos
camarones en su punto, unos calamares asados, un pulpo parrillado o solamente
un poco de atún.
En
la Calle 2 Oeste se ubica Más Brownie Gourmet, el modelo de negocio exitoso de
dos novios caleños, Ana María Triana y Daniel Erazo, quienes invirtieron 22 millones de pesos para
desarrollar su producto. En el medio, alguien fundamental: Mayyuri Cruz, jefe
de producción. Ana María, Gerente de Mercadeo y Ventas, graduada de Mercadeo
Internacional y Publicidad de la Universidad Icesi, cuenta que es un sueño que
se les cumplió a ambos y ahora quieren posicionar la ciudad como la primera y
única que cuenta con una brownisería.
Daniel, por su parte, Ingeniero Industrial de la
Pontificia Universidad Javeriana, menciona que empezaron el 12 de diciembre del
2015 con una planta de producción y actualmente cuentan con suficientes equipos
y siete colaboradores. “Para los extranjeros es innovador porque contamos con comida
hasta para perritos. Aquí todo es pensado a partir del Brownie, tenemos 20
sabores distintos, lo más económico es una bolita de Brownie a $800 pesos y lo
más costoso es una malteada que vale $7.000. Deberían visitarnos, es muy
asequible”.
A dos cuadras de + Brownie Gourmet, queda
‘Pandebonitos’ el único lugar de la ciudad en donde encuentras todo hecho con
masa de pandebono en tamaño miniatura. Harold Arana, administrador del lugar, lo
recomienda por sus precios, calidad e innovación.
También está The Lab Ice Cream, una heladería en
donde la ciencia se vuelve comida para hacer deliciosos experimentos con ayuda
de nitrógeno. Francisco Ramírez es el ingenioso hombre que se le ocurrió esta
idea, la llevó a cabo y le funcionó, pionero en traer este proyecto a la
sucursal del cielo, “hoy por hoy es una tendencia mundial. Cali ya está
preparada para recibir proyectos de este tipo, estamos en la coyuntura que la
gente pide algo diferente, entonces abrí la primera heladería molecular de la
ciudad”. The Lab es un sitio que llevó la idea de producir y comer helado a
otra dimensión. Los helados cuestan desde $7.000 en adelante.
Así, y después de haber recorrido los lugares más
reconocidos y a la vez, no tan comunes del barrio El Peñón, Turismovalle.com
recomienda esta ruta ciento por ciento: música, gastronomía y cultura en un
solo lugar.
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