lunes, 21 de noviembre de 2016

La siesta, una práctica llena de beneficios

La siesta no es una pérdida de tiempo ni es propia de perezosos. Es una actividad productiva de gente que quiere ser dinámica y productiva.
Foto: Elpais.com.co | Archivo



Para Alessandro Tacchi, estudiante de ingeniería industrial de la Universidad de San Buenaventura Cali, en la jornada nocturna y además, trabajador en la mueblería Nova en la jornada diurna, la siesta es algo vital. Es una costumbre que tiene desde los 13 años y aunque a veces le toque desacomodar los muebles de su oficina para dormir, considera que es una práctica que no puede faltar en su vida. “Cuando tengo tiempo de hacer la siesta la hago 1 hora, y cuando no, duermo 20 minutos exactos”, cuenta Alessandro, un joven que se siente concentrado y activo luego de este hábito.

Precisamente, la siesta consiste en dormir un tiempo determinado luego de almorzar (ojalá después de 30 minutos), con el objetivo de descansar y recuperar energías para continuar la rutina del día. Existen miles de personas en Cali que la realizan a pesar de que es una ciudad donde hay mucho trajín.  Es importante hacer un ‘pare’ o una pausa en la jornada laboral para descansar. Si se cumplen paso a paso los consejos para realizar la siesta, de seguro va a lograr el objetivo.

Para Lina Fernanda Montoya, psicóloga de la Universidad Javeriana y especialista en Desarrollo Humano de la Universidad del Valle, la siesta ayuda a tener niveles más altos de atención y  a focalizarse en áreas específicas del trabajo.

Esta costumbre española la han implementado en diferentes empresas del mundo para que sus trabajadores rindan más, inclusive la Nasa la estudió entre los años 1980 y 1990, permitiéndoles a sus empleados realizar una siesta de 40 minutos durante su jornada laboral. Luego de observar los resultados y con la ayuda de un escáner cerebral (el que le permitía ver qué tan dormidos estaban y cuál era su grado de alerta) concluyeron que los trabajadores que se tomaban un ‘motoso’ eran más efectivos y reaccionaban con mayor facilidad.

Las personas generalmente en horas de la tarde disminuyen el nivel de actividad, productividad y creatividad, por ende,  en la jornada vespertina no se tiene el mismo nivel de desarrollo que en la mañana. 

De acuerdo con la psicóloga Montoya, “la siesta en este caso ayuda a que las personas se vuelvan más productivas y que toda la información que se recoge durante la mañana se pueda procesar mejor, por eso favorece también  la memoria”.

Otro de los beneficios, además de la concentración, que trae tomar una siesta es mejorar significativamente el estado de ánimo. Además de reducir el estrés y la ansiedad, mejora el humor. Lizeth Villamizar,  médica general de Coomeva comenta que “la pérdida del sueño genera en muchas personas irritabilidad y mal genio. La siesta lo que hace en este caso es incrementar los niveles de serotonina en el cerebro. La serotonina es una sustancia química encargada de mantener el equilibrio del estado de ánimo, si hay déficit de esta hay mal genio o depresión”.

En Colombia, por distintas razones, a muchos empleados y trabajadores no se les facilita tomarse la siesta. Lo recomendable en estos casos, agrega la doctora Villamizar, es que se recuesten de 15 a 30 minutos para que puedan renovar fuerzas y energías. Si se duerme más de 1 hora ya dañarían el patrón del sueño de la noche. Es conveniente siempre y cuando sea una siesta corta”.

Así que las personas que piensan que la siesta les hace perder minutos en su rutina diaria, deben saber que en realidad lo que están haciendo con esta práctica es producir mejor información y rendir más durante el día. No es una pérdida de tiempo, es una inversión en la productividad. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no es simplemente almorzar, dormir, levantarse y seguir con su diario vivir. Tanto usted, como su cuerpo, deben prepararse para hacer la siesta.

Consejos

Sandra Patricia Alfaro, nutricionista del Centro Médico Imbanaco, regala algunos consejos para que los ponga en práctica a la hora de realizar la siesta:

  • Las personas que tengan problemas gástricos o que sufran de reflujo, deben acostarse tres horas después de haber comido, si lo hacen inmediatamente les puede perjudicar.
  • Quienes no presenten problemas de cardio ni de reflujo, pueden realizar la siesta común y corriente.
  • Es normal que una persona se canse en el día y a través de esta actividad recupere sus energías, sin embargo, hay individuos que se quedan dormidos mucho tiempo y en ese caso no les conviene.
  • Y ahora, usted, que está más informado de esta práctica, es hora que deje de leer. Si ya almorzó prepare su cuerpo, vaya a tomar una buena siesta y descanse. Y recuerde: sueño largo por la noche y siesta corta durante el día.


Tenga en cuenta

  • Para quienes quieran empezar a tomar este hábito, la psicóloga Lina Fernanda Montoya recomienda los siguientes puntos:}
  • Realizar 5 o 6 respiraciones profundas antes de dormir.
  • Alejarse del lugar de su trabajo y de todo aparato electrónico que le pueda interrumpir ese descanso.
  • Por último, buscar un lugar tranquilo y cómodo para hacer la siesta, preferiblemente  acostado, porque quienes hacen la siesta sentados se demoran un 50 % más de tiempo en quedarse dormidos.
  •  Luego, el cuerpo se irá acostumbrando y la realizará de manera correcta. La siesta en realidad no es un mal hábito ni trae consecuencias negativas, simplemente hay que saber cómo se hace correctamente. Cali es una ciudad que permite que aún muchas personas la puedan hacer y esto se debe aprovechar.

*Integrante del Semillero de Periodismo UAO- El País

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